lunes, 19 de mayo de 2008

Propuestas indecentes en el tren D (2) Un cuento

Propuestas indecentes en el tren D (2)

Sentado solo, sin aliento porque acababa de perder su trabajo por el cierre de la fábrica de mentas espirituosas, Martín Cazanave, regresando a casa, oyó la voz de Mark Stuard cuando, en un castellano con acento inglés, le dijo:

-Regálame una cuora.

-No tengo, le contestó.

Dijo la verdad, terminaba de pagar lo único que tenía: US $ 1,25 por el token
[1] que lo devuelve a su habitación de inmigrante situada en el extremo sur de Los Sures[2], en Brooklyn.

Los dos eran los únicos ocupantes del vagón 2233 del tren D.

-Si yo saco mi pistola de aquí, si tienes, verdad, le reafirmó, seco, Mark.

Martín Cazanave sólo sintió en los pies dos pequeños ríos de sudor al saber que una moneda de 25 centavos de dólar, en ese momento, era la diferencia entre la vida y la muerte.


[1] El token es una ficha metálica que se usó durante muchos años para entrar a las plataformas adonde se toman los trenes de la ciudad. Poco a poco se fue cambiando por tarjetas electrónicas que sirven para múltiples viajes.
[2] Los Sures, es una barriada del condado de Brooklyn, en Nueva York.

Del libro "Uno más y me apeo"

No hay comentarios.: